EL IMPACTO DE LA MÚSICA EN EL DESARROLLO INFANTIL 

En los últimos años, se han llevado a cabo diversos estudios sobre el impacto de la música en el desarrollo infantil. Uno de los más conocidos es el llamado “Efecto Mozart”, que defiende que la escucha de música clásica en bebés aumenta la inteligencia y habilidades cognitivas. Aunque esto se ha desmentido en estudios posteriores, sí que se han demostrado otra serie de beneficios. 

Desde la antigüedad, el ser humano ha utilizado la música como medio de expresión artística, así como forma de comunicación, socialización e infinitos usos más. Con el paso del tiempo, este arte se ha ido desarrollando y experimentando a través de la creación de nuevos instrumentos y sonidos. Se ha convertido, así, en lo que conocemos hoy en día: uno de los principales medios de entretenimiento.

BENEFICIOS DE LA MÚSICA EN EL DESARROLLO INFANTIL

El oído es uno de los primeros órganos sensoriales que desarrollan los bebés en el vientre materno, por lo que tiene una gran influencia en su desarrollo y descubrimiento del mundo y de la vida desde un primer momento.

Una de las principales ventajas que resaltamos es el impacto en la salud y bienestar emocional, reduciendo el estrés y mejorando su estado de ánimo. De esta forma, ayudaremos a crear niños felices.

Por otro lado, muchas de las prácticas musicales se practican en grupo (en el cole, cumpleaños, extraescolares, …), lo que trabaja las habilidades sociales.

Además, estimula las habilidades y capacidades relacionadas con las áreas de desarrollo y aprendizaje, como pueden ser:

• Estimula la imaginación.
• Mejora la memoria, atención y concentración.
• Desarrolla la creatividad.
• Fomenta el desarrollo cognitivo.
• Trabaja el sistema motriz.
• Fortalece el aprendizaje y las formas de expresión.

ACTIVIDADES MUSICALES

Para empezar a poner en práctica la música en el entorno del niño, os proponemos una serie de actividades aplicables tanto al entorno escolar como al hogar.

Las actividades propuestas trabajan la Inteligencia Musical, representada por nuestro Cokito Tango. Nos ha dicho que quiere compartir con vosotros su lista de música favorita, que os puede servir para los juegos musicales. Os dejamos el enlace a continuación, ¡esperamos que la disfrutéis!

Construir instrumentos: para este ejercicio, podemos utilizar materiales que tenemos por casa a los que se les puede dar una segunda vida: botellas, envases de yogur, globos, canicas, pasta, palitos de helado, … La música está en todas partes, solo hay que aprender a escuchar.

Formar una orquesta: o un quinteto, dueto, … ¡o incluso un solista! Simplemente escogemos la modalidad que mejor se adapte al número de niños que hay. Podemos utilizar instrumentos que ya tenemos, o los que previamente hemos fabricado. Otro recurso muy bueno para trabajar es la voz, como para cantar o crear sonidos que acompañen a la melodía.

Juego de las estatuas: necesitamos una zona despejada y, lo más importante, nuestro cuerpo para bailar sin parar. Se reproduce una canción, y la norma es que solo se puede bailar mientras suene la música. El truco está en que se pausará la melodía en diferentes momentos, sin avisar, para trabajar la atención de los niños mientras se mueven. ¡Y que nos quiten lo bailao’!

Juego de las sillas: para este juego necesitamos también una zona despejada, pero esta vez haremos un corro con el número de sillas que niños haya. Deberán dar vueltas alrededor del corro mientras suena una canción. Cuando se pause, tendrán que sentarse en la silla más cercana a ellos.

La emoción comienza en la segunda ronda, cuando quitamos una silla, de forma que el niño que no pueda sentarse en la siguiente pausa, quedará eliminado. La mecánica se mantendrá durante el juego, hasta que solo quede una silla y se proclame el ganador.

Pintar la música: para esta actividad, más tranquila y sencilla que las anteriores, necesitaremos papel y colores. Consiste en escuchar una canción, preferiblemente sin letra (como puede ser la música clásica), y plasmar en el papel lo que nos transmite / representa. Primero hacemos una escucha con los ojos cerrados para concentrarnos en la música, para luego crear nuestra obra.

Grabar un videoclip: por último, os proponemos una opción muy divertida donde podemos jugar a ser grandes estrellas de la música. Elegimos nuestra canción favorita, para la cual ideamos una historia y / o un baile que la acompañe, ¡sin olvidarnos de la duración de la canción! Ahora solo nos queda pensar el escenario donde vamos a actuar (pueden ser varios), y, para hacerlo más “profesional” y alegre, buscar vestuario y maquillaje. Ensayamos y, ¡luces, cámara, acción!

Es innegable que la música nos acompaña a lo largo de nuestra vida, y disfrutarla desde nuestros primeros pasos contribuye positivamente a nuestra formación como personas. Fomentar la música en el desarrollo infantil y su aplicación a la enseñanza es muy importante para impulsar el desarrollo de los sentidos y trabajar las emociones y sensibilidad de los peques.